El restaurante ya lo conocía,
Luego de sufrir los avatares de la Primera Guerra Mundial y rememorar lo que implica una guerra (salíamos del cine, luego de veer la excelente,,,pero trágica "1919") nos fuimos a pasar la penas a este local de buenas pastas, para evocar los sabores de la Isla de Capri.
Mi mujer se pidió unos deliciosos ravioles de carne con una muy sabrosa salsa, para anotarlo y repetirse, no fui tan afortunado, la pasta mía estaba sobresazonada, lo que le hacía perder el buen sabor que tenían antes de ser atacada por el chef con su cloruro sódico, no pude salir de la trinchera, porque los disparos de granos blancos me hacían evocar las escenas de la película en cuestión.
En familia habíamos pedido, anteriormente, unas pastas "patoteras", vienen en una fuente y comen hasta cinco personas....siempre salimos contentos y nunca defraudados. Como cantaba Hervé Villar ...."Caprí c'est fini"...... o casi (Ojo con la sal)