Es un lugar bello me sentí muy bien atendida, al entrar a la casa de Melgar me sentí transportada a otra época, las habitaciones limpias, calidas, con decorado antiguo, sin dejar de ser moderno, puedes pasar de una plaza a otra (tiene 3), en medio de flores por todo lugar.
El desayuno agradable frente a un gran jardin, tiene un yogurt natural al que le das el sabor que quieras con miel o las frutas que tienes a tu alcance.
Mi visita a Arequipa fue de lo mejor, la ubicación: exelente, cerca de la plaza y de todo.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
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