Gracias al equipo de Los Balcones de Moral, por su excelente atención, especialmente a Alonso.
Las habitaciones que dan a la calle Moral son muy amplias (como un departamento de un ambiente más un baño); si bien, las habitaciones interiores son pequeñas.
El desayuno consiste en té y café, pan fresco, mantequilla, mermelada, queso y aceitunas.
Algo muy destacable es la limpieza del lugar, excelente sin duda. Es mi segunda vez en Perú y, hasta ahora, todos los hoteles y hostales han sido muy limpios. En esta ocasión, hicimos check-in dos veces; en ambas, la habitación olía a recién encerada, se nota el esmero que ponen en la limpieza. Las sábanas siempre limpias, sin manchas.
En resumen, excelente relación precio-calidad y una ubicación insuperable (100 metros de la Plaza de Armas, detrás de la catedral).
Muchas gracias por una gran estadía.
Juan y Nadia