Desde que los contactamos por correo electrónico para consultar precios, la reserva anticipada y posteriores contactos telefónicos para otras consultas, todo estuvo genial.
Estupenda receptividad y dispuestos a resolver todas tus inquietudes. Por lo demás, desde la llegada nos recibieron con mate de coca, e inmediatamente nos asignaron la habitación aún cuando no era la hora del check in, eso fue grandioso pues no tuvimos que esperar ya que llegamos muy temprano al hotel.
La habitación que nos tocó con vista a la calle estuvo excelente, con buena disposición, baño con agua caliente, secador de cabello, ducha con sujetador, toallas limpias, tv con cable, pequeña sala con sillón tejido de bambú y mesa de centro, también armario con caja fuerte, pequeña banca de descanso y una estufa eléctrica, que en realidad no usamos pues la habitación es bastante cálida, ya que utiliza ventanas dobles muy herméticas que aíslan la fría temperatura del exterior que por la mañana llegaba a 6 grados según Google.
El desayuno tipo buffet fue muy bueno y fresco para mi gusto y lo que comimos y bebimos (jugos de papaya y maracuyá), también frutas frescas trozadas en cubos (papaya, sandía, pepino, mandarinas, manzanas), laminas de jamonada, queso fresco, algunas pastas con aderezos muy sabrosos, también cereales, yogur, miel de abeja, yucas fritas, panqueques de naranja riquísimos!!!, variedad de mates, café, panes, mantequilla, galletas tipo soda, entre otros.
Lo disfrutamos en familia, un desayuno ligero, nada pesado. Pero esto fue luego de la primera noche de estadía, ya que a nuestra llegada que fue temprano no correspondía este beneficio, así que tuvimos que pagar para desayunar ese buffet de nuestra llegada,
La cordialidad del personal es muy destacable, todos muy atentos y serviciales como uno espera de un hotel. Y si te llega la hora del check out, y aún tienes tiempo para visitar algunos atractivos más de la ciudad, el hotel tiene servicio gratuito de guarda de equipaje, donde te dan un ticket con tus datos y puedes recogerlos sin prisas, todo está muy seguro.
Y también cuenta con ascensor con amplio cristal panorámico, lo cual es una bendición cuando regresas de las excursiones donde subes y bajas centros arqueológicos, trepas y desciendes de lomas, caminos empedrados y si sumas todo ello a que tu cuerpo aún se está adaptando a la altura, pues subir a tu habitación en un ascensor es como ayuda celestial.
También tiene wifi gratis y a libre disposición.
Si volvemos a Cusco, no dudaría en regresar a hospedarnos en este hotel, que está muy cerca de todo,