Cusco es mágico! Calles preciosas, balcones antiguos que se prestan para fotos increíbles. Gente cálida y amable:) de día es tranquilo para caminar, hay comida variada, precios varían un montón, hay para todos los bolsillos. Variedad de bares para la noche, para bailar o tomar un trago. Recomiendo el restaurante “El Molino” que queda en calle Plateros.Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante