Escogí Osaka para celebrar mi aniversario y fuimos en familia. Hice la reserva con anticipación porque siempre está lleno. La experiencia fue de primera. Primero los tragos, no sólo muy buenos sino originales en su presentación, eran un show en su mismo. Luego decidimos compartir todos los platos y cada uno más rico que el otro. Destaco especialmente el Carpassion, que es un carpaccio de salmón con una salsa de maracuyá simplemente delicioso. También pedimos un tiradito Perú, unos nigiri de carne wagyu, unas gyozas de pato (para mi un poco fuerte el sabor), una panceta con un arroz súper rico, Makis acevichados y otros vegetarianos. En general todo muy rico. Cerramos con un postre de chocolate y helado de matcha que estaba fabuloso. La atención fue de primera también así que la experiencia redonda.
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