Hoy fuimos, mi esposo, mi hijo de ocho años y yo, con ánimos de disfrutar un delicioso almuerzo, utilizamos un bigbox (promoción preparada) pero teníamos en mente consumir otros productos adicionales. Tan pronto como le entregamos la tarjeta del bigbox todo vino de mal en peor. Nuestro mozo se llamaba Miguel y pudimos notar como le cambió la expresión en el rostro tan pronto vio la tarjetita.
Trajo el vino, lo descorcho, sirvió para el primer sorbo de prueba, no espero nada (antes hemos ido y esperan tu ok para servirlo) y lo sirvió. No volvió a aparecer sino hasta que trajo la comida, no coloco las salsas (nosotros mismos tuvimos que acercarnos a buscarlas), necesitábamos un plato adicional, pero nunca volvieron a preguntar si todo estaba bien, así nuevamente fuimos nosotros quienes solucionamos ese tema. Incluso nuestro hijo se sorprendió, dijo:"este restaurante es un autoservicio?", escogimos ese restaurante porque antes recibimos un gran trato. Hoy nos fue fatal. Hubo un breve espacio en el cual el mozo Wilson nos atendió y nos alegro la tarde, pero luego retornamos con Miguel y todo fue terrible. Casi nos retira el plato antes de terminar solo por pedir la cuenta. Ni una sola vez nos preguntaron si todo estaba bien. Realmente decepcionada, como dije... Pensábamos pedir adicionales, pero el servicio fue terrible y no nos dieron ganas de quedarnos ni un solo momento más.
Espero puedan hacer algo al respecto, o en todo caso no aceptar el uso de promociones si es que esto va a generar tan pésima atención.
Me quedo terriblemente decepcionada del restaurante.