De primera obvio; no es para comer rico, es experimentar sabores, ingredientes; el maridaje con jugos es adecuado para esta comida; evitar a toda costa comer a la carta en la barra, esto solo funciona con el menú de degustación completo, en la barra se desluce mucho; concepto muy parecido a boragò, pero me explicó uno de los chefs las diferencias: boragó va a ingredientes chilenos especiales, central a ecosistemas; en boragò combinan ingredientes de zonas diferentes, en central se acotan a una altura en cada plato; y central es algo más elaborado, sin llegar a ser molecular; los dos exepcionales; el servicio bien pero desigual, un par de mozos siguiendo las formas pero en el fondo mal su trato, ninguna empatía con el cliente; curiosamente los mozos altos los más amables