Más que hotel, es, como su nombre dice, un segundo hogar. Desde que entras, te sientes como en casa, desde los perros atentos y en busca de atención hasta la libertad para ver y apreciar todos los detalles que la familia Delfín ha puesto con cariño y atención. La ubicación es perfecta para conocer y disfrutar Barranco, hay muchas cosas cerca y la estación del metropolitano a unas pocas cuadras es también un plus. Lo malo: -El agua salía con poca presión de la regadera y casi no calentaba el agua. -Dejan 2 botellas de agua, uno supone que son complementarias, pero al momento de hacer check out descubrimos que nos las cobraron. Un aviso de que serían cargadas hubiese sido bueno, no tanto por el dinero, si no por la falta de información. -La limpieza. Si bien el cuarto (La Suite mirador 3, la mejor del hotel) era muy lindo, se apreciaba que las persianas no habían sido limpiadas en mucho tiempo, con polvo y manchas apreciables a simple vista. -La terraza. Es una lástima que ese espacio esté descuidado, una barnizada y pulida a la madera y la mesa no estaría de más. -La hamaca. Uno de los puntos de por qué esta habitación costaba 125usd la noche, era porque tenía una hamaca. Vaya decepción que fue verla en tan mal estado (rota y sucia). Espero pongan especial atención para eso. Volveríamos a Lima, sin duda. ¿Volveríamos a...Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
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