Como habituales de este lugar debo reconocer que no me defrauda nunca ni a mi ni a mi familia. No solo no defrauda sino que sorprende muy positivamente. Se ha ampliado el número de mesas pero manteniendo la intimidad ya que las mismas conservan una saludable distancia entre si; ello lo han logrado anexando ambientes que antes no estaban disponibles para este fin. Manteniendo un estilo característico, agregan una muestra de arte. Mantienen ese conjunto de características por el que yo lo defino como un lugar diferente. El personal es parte de esa diferencia también, muy correcto y nada acartonado lo cual colabora fuertemente para poder disfrutar una buena comida en un ambiente muy respetuoso y a la vez muy distendido; pero como mencioné antes, como soy habitué ya estoy acostumbrado a ello. Los platos, como siempre muy abundantes pero sin exagerar, muy bien presentados y con productos de primera. El hecho de ver la cocina y el proceso de preparación de los platos no deja de ser un atractivo poco habitual, y el mensaje que esta actitud deja ver es claro: nada se esconde todo a la vista. Definitivamente vuelvo y lo recomiendo.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.