Fue excelente. La mejor experiencia de restaurante en Montevideo. La comida a tiempo y muy rica. El servicio tanto del personal como de su encargado Santiago es destacable, así como la performance de los músicos que logran una interacción respetuosa y calida con el público. El entorno es increíble, y las antigüedades desde Primus , cocinas, hasta una antigua Heladera de Coca Cola llaman la atención de chicos y grandes. Una completa experiencia para disfrutar con todos los sentidos!! Sin dudas regresaríamos.