El hotel está ubicado en una especie de resort con actividades y varios hoteles. Es claramente un hotel orientado a turismo de verano, de playa y piscina.
Desde el principio sorprende. Todo nuevo, toda la decoración está bien elegida y acompaña desde el salón hasta las habitaciones. Las habitaciónes no son muy grandes, pero dan de sobra. La terraza muy muy amplia, en mi caso, con vistas a la piscina y el mar. Todo nuevo. El baño fabuloso, la TV enorme y nueva.La cama, muy confortable... daba gusto dormir alli.
Fuera del hotel, tiene una piscina, no muy grande pero suficiente, y a escasos metros, un pequeño parque infantil, y grandes sofas y hamacas baco una arboleda, que da acceso a una playa de piedras (como todas las croatas), con bastente encanto.
En complejo tiene además del hotel, apartamento prefabricado, muy cerca.
El desayuno muy correcto, y variado.
Volvería sin dudarlo un segundo, y como mínimo tuve percepción de hotel de 4 estrellas.
Había familias (yo fui con niño), pero el ambiente era relativamente exclusivo y pacifico.
No está cerca de Pula... pero en coche con 10 minutos
Wifi y parking incluidos en el precio
Y por cierto, personal correcto, y agradable.