Hacen 20 años que soy cliente del Hotel Diplomat y puedo compararlo con los mejores hoteles de Sud América por su atención tan tradicional con los huéspedes de recibirlos "como si los estuvieron esperando". Uno se siente complacido por la cordialidad, la eficiencia y sobre todo el calor humano que irradian sus empleados tratando siempre de servir de la mejor manera posible.
Soy un viajero que planifico mis Talleres, mis asistencias a reuniones profesionales, congresos, terapias y descansos fuera de mi ciudad y siempre busco un segundo hogar que permita sentirme "como en casa" y uno de esos lugares donde así me siento es el Hotel Diplomat. Con la cortesía y presta atención, con su comodidad y limpieza, con la mano y la sonrisa amiga y con su exquisito menú, a uno lo hacen sentir muy bien. Además desde las habitaciones, especialmente las más altas, permiten disfrutar del magnífico panorama que ofrece la hermosa y pujante Cochabamba.
En especial Cochabamba es el manantial donde aymaras y cambas, norteños y sureños bebemos un vaso de bolivianidad y calmamos la sed de nuestra desesperanza.
Diplomat con sus cuatro estrellas doradas, nos ofrece la confianza de que la calidad prevalece a través del tiempo. ¿Gracias Hotel Diplomat! Sigan siempre así y no se preocuparán de la competencia.