Íbamos a otro hotel, en que la recepción no fue buena y decidimos cambiarnos a Casa Beltrán lo que fue una sorpresa muy agradable, atención expedita y eficiente, limpio, un lugar adecuado para descansar, central, a pasos de todo.
La atención en la recepción atenta y expedita, con buena carta de platos. El pisco sour macerado con jengibre, absolutamente exquisito!!
Desayuno con pastelería exquisita, sandwichs deliciosos y frescos.
En resumen, un lugar plenamente recomendable.
Un hotel boutique 100% disfrutable.