Una semana en el mandarín oriental sanya es como ir al paraíso. Eligir el transfer desde el aeropuerto de Sanya ya es un lujo, un Mercedes benz con aire acondicionad, toallas húmedas y agua fría junto con la información del hotel, ya es un detalle. Cuando llegas Eric el director de hotel junto con Sonia la relaciones públicas y su respectivo collar de flores, ya te acogen como parte de la familia. Up grade de habitación, muy amplia y luminosa, es parte del trato recibido. Los amenities con ese tacto y olor a ámbar de primera calidad. El club chilli desayuno correcto en todos los aspectos, el cafe no pueden perdérselo de ninguna manera, Lucas el cheff francés se ha encargado de fusionar la exquisita repostería francesa con la materia prima oriental y ha salido algo fuera de serie, el mejor pan de Asia lo hace este joven cheff. No quitemos méritos a los otros cheff australiano y canadiense, la calidad de los restaurantes es típica de mandarín oriental. La zona del spa inmejorable así como el servicio de playa y piscina. Seguiré recorriendo mundo y entre mis planes contaré con mandarín oriental y siempre recordaré el entorno paradisíaco de Sanya. Cambios solo para mejor. Muchas graciassss.