Nosotros nos hospedarnos en los apartamentos, pero disfrutamos de las instalaciones del hotel. La atención del personal no es muy dedicada pero con el correr de los días va mejorando. La pileta es muy grande y hay una para chicos. Hay bicicletas sin cargo en la planta baja, solo hay que dejar un documento y las llevas. El hotel tiene acceso directo a la playa que es divina, arena hermosa y agua cálida. Tanto abajo como al frente hay lugares para comer, además estás a tan sólo unas cuadras de la marina de Herzlia donde hay un shopping, supermercado y más restaurantes. También a dos cuadras hay un pequeño centro con un mini super y tiendas. No usamos nunca el desayuno, pero tampoco parecía tentador. El lugar tiene una vista increíble y es perfecto para grandes caminatas por la rambla o la playa. Hay cocheras y computadoras abajo. El wifi funciono muy bien.

Es una lastima que tan hermoso hotel tenga un lugar para desayuno sucio y mal atendido. Me queje en recepcion. Eñ resto es impecable y el edificio y las habitaciones super.
Es raro que no presten atencion a un detañle tan importante, sabiendo que los desayunos en Israel son famosos