Un hotel excelente con muchos servicios y comodidades. Se ubica a unas 10-12 cuadras de la estratégica estación de buses de Ruwi, que conecta con los principales destinos de Muscat (aeropuerto, palacio del sultán, el viejo Souq, etc.). La habitación que me tocó fue muy amplia y cómoda, con un aire acondicionado que permite reponerse del calor omaní (a pesar de haber estado en medio del otoño). Las amenities son muy buenas, y el servicio es sumamente cordial. El desayuno es completísímo y muy variado, con platos de la cocina árabe e hindú. La piscina es excelente, y el área circundante está preparada para el relax del huésped. El detalle de tener una mesita con dátiles y café con cardamomo para dar la bienvenida a los turistas en el lobby es un detalle particular de la amabilidad omaní. De volver a esta ciudad, no dudaría en volver a alojarme en este hotel.