La comida es excelente y la atención de igual manera. Desde que uno llega le tratan con mucha cordialidad, uno se siente en un lugar donde puede compartir los alimentos. Es un lugar seguro porque tienen en cuenta la calidad de los alimentos en cuanto a la frescura y la inocuidad de los mismos. En cuanto al ambiente, es un poco apretado pero se respira tranquilidad. Es una muy buena opción dar el vaso de menta después de haber degustado un buen potaje. Es un lugar tranquilo no hay música ruidosa y se puede visitar con la familia o los amigos o realizar reuniones de trabajo.

Todos los platos que probamos estaban buenísimos, ofrece excelente comida tradicional peruana pero de un mejor estándar.
Los pescados muy ricos, buenos tiraditos, buena presentación y buen servicio.
Los platos son enormes, son para 2.
Lo único que decepciona son los postres que no tienen nada de destacable.

El lugar es muy agradable y cuidado y aunque esté lleno no es ruidoso. La comida, muy buena calidad del género y perfecta su elaboración, con una presentación impecable. El servicio atento y eficiente, solo un pero, nos vaciaron la botella de vino en las copas (éramos 4) con lo que nos quedamos con unos copazos de cuidado. Si hubiésemos sido dos... además al ser un reserva tenía lías en el fondo y debiera haberse decantado. Supongo que se debe a la falta de costumbre de beber vino en esta zona del mundo, aunque tienen una carta de vinos bastante completa. En definitiva un restaurante estupendo con una relación calidad/precio fenomenal. Lugar muy recomendable.

La comida la sirven rápido y es muy buena, así como sus refrescos. El servicio muy atento y limpio. El ambiente muy cuidado. Recomendable.

Es sin duda un paso obligado para almorzar, cuando uno visita Trujillo
Durante años disfrutó de sus excelentes platos. Recomiendo sus tiraderos, son muy buenos