Desconozco si todos los hoteles de la zona son de tan pésima calidad pero éste, sin lugar a dudas, fue uno de los menos agraciados de nuestro circuito.
La habitación (zona de camas) necesita una reformita. Se escuchan los ruidos de las plantas y el ajetreo de los viajeros.
El baño, aparentemente reformado, está mal distribuido porque para usar el retrete tienes que girarte (y eso que soy pequeña de estatura).
Hay un aviso en la habitación en el que se advierte que si se manchan las toallas de maquillaje u otros hay que pagarla. Es decir, que te pones protección solar con color y no puedes usar las toallas de la cara para secarte. Pero después vas al desayuno y los manteles están sucios… No se corresponde la exigencia al viajero con la calidad que ofrece el hotel.
El desayuno es muy pobre. En nuestro caso nos juntaron dos mesas y una tenía un jarrón roto. No dijimos nada por no fastidiar al personal y resultó que al irnos del hotel pretendieron achacar la rotura al grupo y cobrarnos esa “ridiculez” de jarrón. Fue increíble.
Sinceramente si hay otras opciones igual de céntricas recomiendo probar otro hotel.
Nota: Mi habitación daba a una obra y las vistas eran temerosas 😅🤦♀️