La verdad es que las dos veces que me he hospedado en este hotel han sido excelentes. La calidez, la atención, el cuidado en los detalles, la comida del restaurante muy rica y todo el personal es maravilloso. A esto se suma la atención personalizada de la joven pareja de Administradores y de Luz , la amable y atentísima, eficiente, Sra Luz, que tiene el don de la ubicuidad; está en todas. No quiero olvidar mencionar la sala con el calentador tan acogedora y, las but not least; los cuartos, super cómodos. Nada ostentosos. Simples y muy cómodos. Especial mención al duvet blanco inmaculado y calentito, que te abriga y casi arrulla al acostarte. Cuando regrese a Huaraz, esta será mi única elección. Gracias a todos. :)