Nos alojamos 2 noches en familia a finales de diciembre de 2019 en este agradable hotel. A destacar: la atención seria y profesional de Jenny en Recepción, joven con buen conocimiento del servicio al cliente, conocedora de su ciudad -gracias a ella visitamos el Museo Regional-, cordial y respetuosa. El personal en general discreto, pro-activo y muy atento.
Habitaciones cómodas con AC, Tv pantalla plana, pequeño armario, baño privado espacioso, aseo y cambio de toallas diario; restaurante pequeño y acogedor con menú variado y bien preparado, bar, cocina impecable; sala de cómputo con dos ordenadores; decoración sencilla con elementos tanto modernos como clásicos; piscina pequeña pero suficiente para refrescarse, terraza con mobiliario acogedor, plantas y con vista hacia las dunas, plantas ornamentales, lavandería, wi-fi en todo el hotel y zona de parqueo. Está convenientemente ubicado cerca de zona comercial (a 3 minutos en automóvil) sin embargo es muy tranquilo pues está en zona residencial. También está a unos 15 minutos en auto del famoso Oasis de la Huacachina.