Una experiencia obligatoria si visitas Perú. Impresionantes vistas. El avión se mueve micho para que los viajeros de ambos lados puedan ver las Líneas y glifos, así que es recomendable ir al tour con el estómago vacío. La sensación de mareo es más fuerte al principio y luego más llevadera. Merece la pena.