Una noche lluviosa sin saber donde cenar ya que todo estaba ocupado nos recibieron en el asadito, esperándose para conseguirnos una mesa, nos brindaron su calidez en cada solicitud que hicimos, comimos pastas que dado el lugar no estábamos muy seguros cómo serían pero sinceramente muy ricas y muy accesible en precios! Excelente atención!
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.