Fuimos de luna de miel a la Costa Oeste y, sin duda, este ha sido el mejor hotel de nuestro viaje. A la entrada del parque de Yosemite, no nos esperábamos encontrar con la majestuosidad de este hotel. Es muy pintoresco, muy de montaña y muy de película americana. Tanto en recepción como en el restaurante la atención fue excelente. La habitación era muy amplia, con cafetera y dos botellines del hotel de cortesía. Instalaciones muy bien cuidadas con piscina, gimnasio y salas de eventos y reuniones. Una de las cosas que más nos gustó fueron las hogueras del exterior, dónde calentarte por la noche después de una buena cena.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
- Visitar el sitio web del hotel