Es un clásico para nosotros visitar este restaurant, no solo por sus cheescakes sino también por su sabrosa comida.
El salón de ambiente muy agradable, pero siempre muy fria la climatización! llevarse un abrigo para comer tranquilo.
Como recién llegábamos a Orlando y en plan de no descontrolarnos mucho con la comida, empezamos la estadía comiendo bastante light.
Pedimos un Flatbread con pera, queso azul, rúcula y nueces pecán que ya es un favorito de la Sra. Orejotas. Muy sabrosa.
Yo pedi una ensalada con salmón con costra de almendras y extra camarones.
Venía con Kale y pasas de cranberries. EXCELENTE. Obviamente que así da gusto comer sano,
Y de postre, en un esfuerzo de voluntad sobrehumano, pedimos un cheesecake bajas calorías con frutillas/fresas para compartir. Realmente muy rico y casi no se nota diferencias con otras opciones con muchas mas calorías.