Fantástico como siempre. Hay que ir a pasar un día de playa a Amadores y como colofón comer en Max. Carta variada, platos abundantes y un servicio de lujo dirigido por Max que te hará sentir como en casa. Amabilidad, buen trato y rapidez en servir como en muy pocos restaurantes en la isla. Los platos de pasta fresca que ofrece quitan el sentido y de ninguna manera saldrás con hambre.
Protocolos COVID cumplidos al 100%, por lo que además de ser tratado de lujo y comer como un rey te sientes seguro.
Volveremos sin lugar a dudas.
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