Acabamos de pasar un fin de semana en la Finca Ca'n Beneït, finca de la que no teníamos ninguna referencia a pesar de residir en Mallorca. La sorpresa ha sido mayúscula al descubrir un agroturismo lleno de encanto, detalles, trato exquisito y excelente comida. La finca es preciosa, muy bien conservada con unos jardines cuidadísimos y un huerto estupendo. A los pies de la Tramontana, ya el entorno es maravilloso de por sí. Nuestra habitación no era una suite y aún así era amplísima, con una cama mallorquina torneada comodísima. Mil detalles en la habitación, desde todo tipo de jabones y leches corporales de una marca francesa de magnífica calidad, toallas de algodón egipcio, bolsa para bajar a la piscina, albornoces y zapatillas de la misma marca de algodón, el detalle de poner a disposición del húesped un cargador de móvil, diversos enchufes o un kit sanitario por si has olvidado gel hidroalcohólico o la mascarilla. Pueden parecer cosas sin importancia, pero para mí son detalles que demuestran una atención al cliente excelente. En cuanto a la comida me ha parecido exquisita, una carta muy correcta y propuestas fuera de carta diarias. Productos de temporada hasta el punto de ver al cocinero coger cerezas o calabacines directamente del huerto. Y más detalles, manteles de hilo, tazas de porcelana española, ramas de olivo y lavanda en las mesas en definitiva, detalles cuidados y exquisitos. Si a esto le añadimos algo tan importante como es un servicio excelente de todo el personal, recepción, camareros, cocinero jefe y camareras de piso no puedo por más que recomendar el establecimiento. En los tiempos que corren, con las dificultades a las que se enfrentan el sector hotelero y el sector de la restauración un trabajo tan cuidado, con una apuesta tan fuerte por la calidad y la excelencia como hacen en Can Beneït deseo que se traduzca en mucho éxito este verano y en los meses venideros. El trabajo que realizan lo merece. Así pues, mucha suerte y éxito. En nuestro caso, repetiremos con total seguridad. Hasta pronto.