Visitamos Legoland dos días, uno de ellos en fin de semana. Las entradas se habían agotado con... Más información
Visitamos Legoland dos días, uno de ellos en fin de semana. Las entradas se habían agotado con... Más información
Gran parque de atracciones para los amantes de lego. Largas colas. Se puede ver en un día... Más información
Hemos estado este verano con cuatro familias, solo estuvimos un día con lo que fue imprescindible sacar los fast pass de 30 euros, si no queréis no tenéis que sacar tantos como vayáis a no ser que os montéis todos en todas las atracciones. Es un parque pequeño, pero muy divertido, ni de sombre un port aventura, pero muy bien organizado, debéis estar a la hora que abren el parque, y llevar también reservado el parking desde aquí. Comer por los puestos que encontrais por las calles o si no vas justo a la hora de comer en una pizeria que hay muy mona, no perdeos como hacenlas piezas, en general muy divertido, ojo con los horarios, a las 6 cierran atracciones y a las 7 todo, con lo que solo te queda una media hora de compras, llevar un chubasquero del chino, allí todo es más caro.
Hay atracciones para todas las edades, con un día da tiempo, pero en temporada alta desde luego el fast pass, nos alojamos en Blaubeuren, que está muy cerca.
La entrada nos parecio bastante cara, conseguimos un vale descuento para el abono familiar.
El aparcamiento tambien es de pago.
Hay diferentes puestos de comida y bebidas, aunque nosotros llevamos unos bocadillos y algo de picoteo.
No es un parque super expectacular en cuanto atracciones; es mas, considero que la edad recomendable seria entre 3 y 10 años, a no ser que seas muy fan de Lego.
Se divide en diferentes areas y en todas hay atracciones.
Miden la altura de los peques y en funcion de ella pueden entrar solos, acompañados o no entrar.
Si vais en verano y hace buen tiempo recomendable llevar bañador y toalla hay zona de chorros de agua.
Tambien hay un anfiteatro donde hacen expectaculos (el mismo en diferentes horarios)
Recomendable pasar todo el día
Hay dos tiendas una de ropa y otra de juguetes
Las atracciones no son especialmente trepidantes, pero para niños hasta 12 años está muy bien. Lo que le diferencia de otros parques de atracciones es la zona Miniland con geniales reproducciones "en miniatura" hechas con piezas de Lego. Precioso. ¡Volveríamos!! Además puedes encontrar en los catálogo de Lego, entrada de niño gratis con cada una de pago de adulto. Nosotros las compramos en la entrada. Fuimos el último jueves de agosto y no había mucha fila ni masificaciones dentro. El parking son 6 €.
No es un parque con atracciones de vértigo, es para niños/as de 3 a 12 años aproximadamente, aunque me atrevería a decir que la edad ideal es de 6 a 10 años ya que pueden subir a todo.
Vale la pena visitarlo una vez en la vida y recomiendo 2 días para poder visitarlo.
Los fans de Lego disfrutarán muchísimo.
Si vas por las atracciones, decir que sin muy básicas. Lo que es imperdible es la decoración, es inmejorable... figuras increíbles con minipiezas en cada rincón, hasta en los wc!! Eso sí, abuso total en las tiendas de recuerdos, todo muy caro!!
Ya habíamos ido a Legoland en Billund y nos gustó mucho, pero el de Gunzburg es más nuevo y mejor conservado. Además, tras dos años, tenía atracciones nuevas de Ninjago que aún no estaban acabadas en Billund.
Las atracciones son perfectas para niños de unos 9 o 10 años, ya más se quedan bastante cortas. Un par de montañas rusas grandes, alguna pequeña y poco más.
Recomendable la pirámide con sus disparos, la atracción voladora de Ninjago y la de lanzar rayos de Ninjago.
Las maquetas increíbles, sobre todo el campo del Bayern.
En 2 días te sobra tiempo para verlo y repetir atracciones.
En cuanto a la gastronomía puedes encontrar algo más que comida rápida.
Nosotros nos hospedamos en las cabañas de los caballeros medievales. Eramos 2 familias de matrimonio y niños. La distribución está bien para una familia, pero falta intimidad para dos familias.
Las tiendas perfectas para encontrar todo el lego que quieras.
Lo único negativo, el carácter de ciertos empleados alemanes, muy fría y distante, además de hablar inglés de nivel básico.