Primera vez que visitaba Mallorca y sin duda aunque sólo fuese por el hotel volvería!
Ubicación inmejorable, zona tranquila con paisaje alucinante.
Tanto las habitaciones como las zonas comunes estaban siempre muy limpias, cosa que para mí es bastante importante.
La comida muy variada, con una sección especial casi a diario (típica mallorquina, mexicana, japonesa…). Además si tienes todo incluido puedes comer durante todo el día ya sea en el buffet o en el bar de al lado de la piscina.
Y cómo no el personal encantador, te hacían sentir como de la familia. En especial mencionar al equipazo de animación (Sergio y Bea) gracias a los cuales no nos aburrimos ni un minuto, tienen organizadas actividades súper variadas (deportes, shows, noches dj, actividades para peques…)