No había estado antes en este hotel y parece que lo van mejorando poco a poco. Intentaré explicar lo mejor posible cuanto hemos visto.
Las zonas comunes están reformadas y bastante bien. No hay lugar para estacionar momentaneamente el coche y descargar o cargar el coche.
El parking del hotel está justo detrás y tampoco hay que hacer una larga travesía, cuesta 11 euros diarios.
La zona de piscina equipada de tumbonas está bien pero no es nada grande y con poca gente ya da la sensación de estar apretado.
Hay una zona de juegos modesta pero la hay y está bien.
El hotel está a pocos metros de la playa, ni a 2 minutos. Sólo cruzar a la otra acera y recorrer el espacio que ocupa el hotel que es el hermano mayor de éste, el hotel Augustus de 4 estrellas y lugar donde por las noches puedes visitar porque es ahí donde hay música en vivo por las noches y espacio de animación y baile.
En nuestro hotel no vimos nada de animación.
El comedor era amplio pero insuficiente para no acabar esperando para poder entrar y la zona de bufette era corta, con lo cual implicaba estar agolpados para servirte o hacer cola para esperar la comida de la zona de plancha.
Por lo que respecta a la comida comentar que no había una enorme variedad (ni falta que hace) pero había creo para todos los gustos. Otra cosa es que todos consideramos, sobre todo el sábado por la noche, que todo estaba tremendamente soso. Con hambre no te quedas pero lo probé casi todo en pequeñas medidas y era una lucha decidir que tenía menos gusto... Mención aparte el pulpo supuestamente a la gallega que picaba como un demonio... Creo que confundieron el pimentón!!!
Deberían poner más esmero en la cocina porque de verdad, me recordó al sabor que tienen las comidas de muchos hospitales... Es decir, ninguno! Y lo que servían no estaba tan mal como para quedar tan insulso.
El comedor estaba limpio y el personal trabajador y bien en la atención. De hecho como todo el personal que nos pareció amable y del que no hay reproche alguno.
La habitación de cara a las vías casi pegadas al hotel. Una vista fatal al parking y con un tráfico de trenes en ciertos momentos, hasta agobiante. La siesta la veo complicada de verdad!!
El baño de la habitación estaba reformado, ámplio, moderno y equipado con secador y con el kit de jabón, costura, algo de gel,...
El resto de la habitación ya era otra cosa: la reforma la estaba pidiendo a gritos. Muebles golpeados por todos sitios que ya han llegado a su final y partes de la habitación que no deberían dejar pasar una temporada más sin arreglarlo porque es su imagen!! Pero ví que algunas habitaciones ya estaban reformadas y entiendo que no siempre se puede hacer todo de golpe (siempre y cuando ajusten los precios a lo que se ofrece y se ve). Los colchones bastante incómodos, sobretodo los de las camas de los niños que se clavaban los muelles del somier.
La limpieza en el baño bastante bien pero con pelos en varios sitios que tampoco da buena imagen y que se ven claramente al ser todo blanco.
El resto de la habitación, imposible valorar cuando el mobiliario está como está así como la mesita de plástico de la terraza que tenía quemaduras de cigarros.
En resumen, hay camino,... mucho camino para mejorar pero para una larga estancia no repetiría. Para un fin de semana y con un precio ajustado como fuímos nosotros, pues sí, suficiente. Ánimos y a seguir mejorando todo lo que se pueda. Espero haber hecho una crítica constructiva y ajustada a la realidad tanto para ustedes como para los futuros clientes.