La ubicación es perfecta. El staff muy atento y servicio. La suite es maravillosamente amplia y cómoda. El inmueble tiene un agradable ambiente neoyorkino. Todo me pareció perfecto! Lo recomiendo mucho para parejas que quieren estar cerca de todo pero a la vez con la exclusividad de esa zona. Creo que sería ideal para lunamieleros.

Este hotel tiene mucho encanto. Desde el lobby se siente la amabilidad además del acento irlandés de muchas de las personas que trabajan ahí. No tiene las características de una cadena de hoteles norteamericana, más bien diría que se respira un poco de ambiente Europeo.
El cuarto tiene un ambiente bastante razonable para la ciudad de ny. La calidad de colchón, la ropa de cama además de los productos de baño es excelente. Es posible un óptimo descanso!
Y por si fuera poco tiene un restaurante The Fitz y un bar en el primer piso.
Por último, libros por doquier como parte de la decoración y asumo para su lectura, inclusive en el bar.
Es posible además de todo lo anterior dejar guardadas las maletas.
Lindisimo hotel!!

He visitado el hotel tres veces en años sucesivos. Es decir, me gusta, pero es evidente la degradación. Es urgente una renovación porque le queda poco tiempo para ser viejo (aunque al principio tenía pretensiones de elegante).
Como suele ser normal en NYC: los ruidos de la calle son constantes, pero es el precio a pagar por la situación, que es muy buena para ir a JFK o LGA y visitar andando la ciudad. Colchón muy blando para el estándar europeo.
El servicio es muy bueno, pero el hotel no tiene más que habitaciones y un pequeño bar.