El hotel está ubicado en un sito agradable y alejado del ruido que caracteriza la zona media y norte de Manhattan. Para mí la ubicación ideal, con estación del metro bastante cerca (a unos metros), lo que te permite desplazarte con bastante facilidad al usar este maravilloso medio de transporte.
Para cuatro (4) personas, la habitación nos quedó pequeña (son 22 m ²); por lo tanto, si tienes problemas con los espacios reducidos recomiento buscar otra opción de habitación, lo que podría incrementar el precio.
En una ocasión tuvimos problemas con la limpieza de la habitación, lo cual fue muy bien complensado por Luigi al ofrecernos desayunos, a propósito muy buenos siendo en EEUU, para la mitad de la estadía. La primera mitad de la estadía también tuvimos desayunos como cortesía.
En algunos sitios de las zonas comunes (pasillos y ascensores) se observa que falta un poco de limpieza, pero nada que atormente tu estadía.
Para destacar, la atención de Nakita, Wanda y Luigi. Excepcionales anfitriones.