Hotel cómodo y con personal muy amable y eficiente. Las habitaciones son limpias y están bien equipadas. Buena relación calidad/precio. Ubicación en un barrio periferico de Brooklin con población mayoritariamente judia-ortodoxa (curioso pero nada peligroso). Boca de metro relativamente cerca (15 minutos andando) que conecta bien con Manhattan. El desayuno está razonablemente bien en una sala del sótano ben equipada con mesas y sillas, autoservicio y cocina que sirve huevos fritos y tortillas al momento. En definitiva, volvería a repetir.

En la foto se ve el hotel muy diferente, primero esta ubicado en un barrio horrible, parece peligroso, el precio es muy alto para el servicio que el hotel brinda te dicen desayuno incluido pero te dan unos tickets para salir a buscar tus desayunos en un carrito que pasa por el barrio no es para nada bueno, las camas son muy pequenas, al siguiente dia no arreglan las habitaciones todo lo encuentras como lo dejaste osea desorganizado, el internet en la habitacion no funciona. En mayo hacia mucho frio y en la ducha tienes solo cinco minutos agua caliente no funciona, pides una cama adicional para ninos te la cobran pero no te la ponen porque hay la gente de la recepcion parece muy desinteresada de atender a los huespedes, cuando vas a reclamar por todo esto nadie te da una solucion, estoy segura que se puede conseguir mucho mejores hoteles en Nueva York, en un barrio mas acogedor y que te brinden todos los servicios que te prometen por el precio que pagas. No lo recomiendo para nada.