Es un hotel de dos estrellas porque no tiene ascensor y es sencillo en general, pero es limpisimo, todo reformado, muy nuevo, pulcro, muy agradable. Fue una gran sorpresa. Aire acondicionado perfecto en todo el hotel. Nada mas llegar nos atendió un chico tremendamente amable, servicial y profesional. La habitación completamente nueva, limpia y con una terracita que se ve el mar, las vistas despejadas y aire acondicionado. La decoración sencilla y agradable. Las camas supercómodas. El cuarto de baño lo mejor: una cabina de ducha de hidromasaje completamente nueva y perfecta. Todo limpio y con sensación de que lo estás estrenando. Por la noche un silencio absoluto. El desayuno muy sencillo, pero por 5 kunas (menos de un euro...) qué mas se puede pedir. Está muy cerca de la playa, y de todo, pero lo suficientemente alejado para estar en zona tranquila. Bien señalizado. Por 55 euros lo considero totalmente recomendable y de confianza.