Encontramos este lugar de casualidad paseando por Baza, nos llamó la atención su amplia terraza cubierta en la que la temperatura era muy agradable a pesar de hacer un día de muchísimo calor.
En la terraza había bastantes clientes, pero las mesas estaban ubicadas de manera que se guardaba una buena distancia de seguridad entre ellas..
Nos sentamos en una mesa a tomarnos una cerveza, con la bebida nos sirvieron también una tapa.
En una pizarra entre otros platos que ofrecían, vimos que tenían croquetas y nos pedimos una ración, el sabor no era malo pero las encontramos muy aceitosas el precio no era caro, ocho euros.
La caña normal un euro cincuenta y la cerveza sin alcohol un euro ochenta.
El servicio correcto, quizás tardaron un poco con las croquetas, pero era comprensible ya que era una sola persona la que atendía todas las mesas ocupadas de la terraza.
La cuenta entramos nosotros a pedirla en el interior del local ya que teníamos un poco de prisa para continuar con nuestro recorrido .
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