Habitaciones simples pero deliciosas, una pequeña piscina con música y servicio de bar. Un jardín central vertebrador del hotelito. Mesada bajo los árboles pág desayunar, comer, o cenar una carta breve pero trabajada con una vajilla espectacular y un servicio top en atención y trato. Precio aceptable

Hicimos una reserva para cenar ayer miércoles. Cuando llegamos, tardamos unos 10 minutos hasta que alguien nos atendió ya que no había nadie.
Nos dijeron que nos esperaban para el martes, pero ese día no nos llamaron para ver porque no íbamos, cuando nos pidieron el nombre y teléfono por si hubiera alguna incidencia.
El mismo miércoles llamamos para retrasar la cena 15 minutos y nos dijeron que no había problema. Primero nos dicen que no nos esperaban y después que no hay problema en retrasarla. Vamos, un desastre y una descoordinación total entre el personal.
Nos tuvimos que ir sin cenar ya que ese día como nadie cenaba pues no nos iban a atender a nosotros solos.

La terraza bien, pero nada del otro mundo.
Por supuesto, nada recomendable y paciencia cuando llaméis por teléfono.