La atención es pésima, hay una señora en la entrada con cara de pocos amigos que resuelve poco y ayuda menos. Hemos solicitado un desayuno un poco adelantado e inicialmente se nos ha dicho que no, luego que sí después de nosotros mostrar molestia. Aparentemente tienen poco personal ya que cada solicitud duraba una eternidad en ser resuelta.
La cafetería anexada al hotel es bastante sabrosa pero la pasada para los clientes que desayunan es sucia y hedionda lo que hace que se genere desconfianza de las preparaciones ya que muchas veces se ve la comida en el paso.
El servicio de lavandería es carísimo ¡No lo pidan! Así como tampoco llamen por teléfono ya que les cobrarán les contesten o no y si vienen háganse la idea de que las puertas no cierran bien por lo que los huéspedes andan las 24hras a portazos!
En resumen: no lo recomiendo, no volvería a alojar en éste lugar y sugeriría un poco más de atención al pasajero ya que según el promedio de éste lugar es considerado un precio alto para tan baja calidad de servicio.