Decidí ir a este hotel por las visitas que hago en internet, me gustó dentro de los que habían en Batu Ferringhi, pero no me esperaba que fuera tan bueno. Elegí una habitación de luxe con acceso a los jardines y piscinas, y, además, teníamos un pequeño jardín muy acogedor, al que se accedía por la puerta ventana de la habitación.
Esta era grande, con una cama muy grande, television plana, sofá, y con unos colores de pintura y moqueta muy bien conjuntados. El cuarto de bano, no era super grande pero no estába mal, con una ducha perfecta y mucho acero y una bañera con ventana de cristal, que daba a la habitación.
Teníamos la bebida del mini bar gratis, así como dos botellas de agua diarias pero, además, el hotel tenía el detalle de dejar algún dulce en la habitación y, también fruta muy buena.
Las personas que limpiaban y mantenían las habitaciones eran todas super simpáticas, amables y si te faltaba algo, no tardaban nada en traértelo, siempre con una sonrisa.
Las instalaciones del hotel eran muy buenas, dos piscinas grandes, el restaurante buffet para desayunos y cenas, aunque también tenías la opición de ir a un restaurante con desayuno continental y cena a la carta.
Ah, y además se podía degustar, a la hora del té, un buffet, tanto de dulce como de salado, que se servía en el hall de una de las dos entradas al hotel. Si váis no os olvidéis de esto, ya que a nosotros se nos pasó los nueve días que estuvímos. Qué despiste tan gordo!!!!!!!!!!! .
Es un hotel en el que parece que no tenga que tener tanto verde, árboles, palmeras, césped, plantas, etc., es como si estuviéras un poco en parte de selva. Eso es lo que más me sorprendio, pues era precioso.
No tengo nada mao que decir de este hotel, sino todo lo contrario, me encantó todo, limpieza incluída y la atención recibida también en recepción. Todos ellos fueron muy amables.
Sin duda, volvería.