Nos hospedamos en Hotelier para una vacación de cumpleaños. Hice coordinaciones de antemano con Paola y ella fue de muchísima ayuda desde el inicio. Nos coordinó el taxi y contestó rápido todas mis preguntas. Fuimos recepcionadas por el guardián de la noche y César, quién se quedó después de la hora para servirnos la cena. Nos ayudaron con diferentes complicaciones como enfermedad y lesiones (qué sucedieron en el camino). El día del cumpleaños nos sorprendieron al tocar la canción “Las Mañanitas” e invitarle a mi compañera un mousse de chocolate con vela y todo. Todito el personal es lindisimo en su trato.
El hotel en si is también muy bonito. Falta tal vez mejorar las tarimas en la playa (varias están un poco rotos). El aire acondicionado funciona bien. Todo el pueblo estaba sin luz una noche y nos proporcionaron pequeñas luces. La limpieza se hace bien también.
En cuanto a la playa frente al hotel, hay rocas, pero si tienes cuidado y le preguntas al personal por dónde nadar, te indican. Si quieres sin rocas, hay otras playas a las que puedes alcanzar caminando una corta distancia.
La comida del restaurante es entre las mejores de Mancora. Es deliciosa y las recetas ingeniosas. Nos encontramos con una familia que pasa el verano en una casa alquilada y casi todos los días almuerzan en Hotelier. Quedarse en Hotelier definitivamente fue una decisión excelente. Mi único lamento es no poder vivir ahí! Muchas gracias a Paola y a todo el personal que nos atendieron con tanto cariño.