Estuvimos alojados 5 noches con amigos, en habitaciones con vista al mar. Dichas habitaciones son súper cómodas, amplias, camas confortables, baños privados, todo para sentirse bien durante tu estadía, la infraestructura del hotel en general es buena, nos gustó mucho, sin embargo, deben hacer algo con el personal de barra ya que durante toda la estadía para la hora de tomar el desayuno, el cual venía incluído en el paquete, teníamos un trato desagradable de un joven que no recuerdo bien el nombre, tal vez Oscar, no lo sé...era un chico delgado, de lentes y con barba. Este personal desde el primer día no tuvo trato para explicar lo que venía incluído el desayuno, te responde con cierta altanería como si nos estuviese regalando el desayuno, por supuesto que estos desayunos fueron PAGADOS en el paquete, así que no sé por qué tanto le fastidiaba atendernos. Era notorio su fastidio porque todos los días, cada que nos acercamos a pedir el desayuno, nos ignoraba y mandaba a otro a que nos atienda, podía vernos ahí en la barra parados, esperando ser atendidos, pero ni siquiera decía un "buenos días, ya los van a atender o qué les puedo ofrecer, o simplemente aquí les voy dejando la carta para que vayan viendo" NADA, absolutamente NADA decía.
No sé cómo pueden tener trabajando a alguien que tiene esa pésima actitud con huéspedes que están creando nuevas experiencias, porque es la primera vez que usamos el servicio de Selina, pero con algo así, uno ya duda si regresa o no. Aparte que las playas las tienen sucias, frente al hotel la playa estaba con plástico, zapatillas que alguien perdió seguramente, palos, bolsas, pero nunca ví que algún personal del hotel se esmere en recoger esa basura que está frente al mismo hotel, ni siquiera para decir que está lejos, sino ahí mismo, saliendo del hotel. Hay que tener empatía también con la naturaleza y preocuparse por ella, no solo llenar el bolsillo. En fin, una experiencia más.