Es un lugar maravilloso, cerca de la ciudad pero lo suficientemente alejado para sentirse que estas en otra parte, inmerso en medio de la naturaleza. Atendido por sus dueños Johanne y Armando, te reciben con una sonrisa cuando llegás y así estan siempre, sonriendo, predispuestos y atentos a cada detalla. Es un área de conservación, donde se cuida del bosque nativo y de los animales que habitan en el. Tiene una laguna hermosa, en la cual no nos hemos cansado de bañarnos y disfrutar del sol en su muelle. Las habitaciones son super lindas y limpias, con camas cómodas y mosquitero, y una deliciosa hamaca para disfrutar de la vista del lugar. Los baños super limpios también, con duchas con agua caliente. La comida... que decir de la comida! es espectacular, comida vegetariana realizada con amor y calidad, ¡quiero sus recetas! La maloca es hermosa, y es super placentero realizar yoga ahi, con el sonido de la naturaleza. SInceramente es un paraiso, nadie debe perderse la oportunidad de visitar un lugar así, altamente recomendable!