Ruta de vértigo, hay que apuntarse con tiempo para poder realizarlo pero merece la pena esperar, solo por las vistas que tiene.
Ruta de vértigo, hay que apuntarse con tiempo para poder realizarlo pero merece la pena esperar, solo por las vistas que tiene.
Hermoso paseo para disfrutar de la naturaleza, el entorno es de una gran belleza y el caminito es una magnífica demostración de lo que es capaz la mano del hombre.
Lo visité en Noviembre de 2019
Es una visita imprescindible, es uno de los atractivos turísticos más emblemáticos, ofrece la mejor vista del desfiladero de los Gaitanes y Del Río Guadalhorce.
Fui con un grupo de amigos y pasamos una maravillosa tarde haciendo el camino. Las medidas de seguridad son muy buenas, no solo por el gorro que te obligan a ponerte, sino por todas las zonas con barandillas y botiquines. Además, hay personal por todo el recorrido vigilando que se cumplan las normas y que todo el mundo se encuentre bien. También hay zonas de descanso perfectas para hacer una parada si se necesita, aunque el recorrido no es demasiado duro. Lo mejor de todo son las vistas tan espectaculares que se ofrecen, terminando en la pasarela que es, para mi gusto, la parte más impresionante.
Aun así, le pongo 4 estrellas porque cuando sales del recorrido hay muchísimas señales de "transporte garantizado", sin embargo cuando llegas al punto donde te debe de recoger este, te hacen pagar. Si tienes que pagar, no está garantizado. Me pregunto que hubiera pasado si ninguno de los del grupo llevamos encima dinero o tarjeta de crédito, supongo que nos tendríamos que haber hecho todo el recorrido que hizo el autobús (que no era corto) andando. En mi opinión, se debería de avisar cuando se compran las entradas de que se debe llevar dinero encima o incluir el precio de ese autobús en la entrada para poder asegurar que está incluido y verdaderamente garantizado.
Una maravilla, recorrer todo el camino, parte por los desfiladeros con mucha seguridad, el paisaje precioso.
Muy bien organizado, visita imprescindible. Son 5 km de caminito, más 1,5 km hasta la llegada al punto de salida y otros 700 metros hasta la lanzadera de vuelta. El acceso desde la carretera es por una cueva muy pequeña, y hay un aparcamiento justo enfrente, un poco más arriba, no hace falta llegar hasta el final de la carretera.