Reservé para 3 niños y 2 adultos, tenían una habitación grande con 2 camas en 2 estancias, lo cual es de agradecer porque en muchos hoteles no hay posibilidad de meter a tres niños en la misma habitación.
En la habitación no hay nevera.
La limpieza está bien.
La decoración muy antigua.
El personal muy "encima", de sentirse observado en todo momento.
En un primer momento nos dijeron que todo lo que necesitásemos lo pidiésemos, sin embargo cuando pedí más toallas de ducha (había 3 para 5 personas) todo fueron malas maneras y se me dijo que no podía ser así que sólo tocaban 2 por habitación. Y con el jabón lo mismo, sólo había 3 paquetitos de unidad que no llegaban a nada y mala cara y contestación para darme más. Al final nos fuimos para casa y ya no duché allí a los niños.
No volveremos, nos sentimos mal en general.
Y todo esto por 75 euros, que tampoco es muy barato.