En nuestra visita a la Catedral de Monreale, encontramos este restaurante, que luego supimos que tenía una buena posición en TripAdvisor. Sitio elegante, cálido, bien decorado, cómodo y de mantel largo; de hecho el servicio tiene un precio de €3 por persona. El servicio pudo ser mucho mejor, entendemos que unas fotos que le estaban sacando al sitio, tenían distraído al dueño o admirador. Nos hubiese gustado ver el amor que tenía en sus preparaciones y su defensa y venta de productos frescos y de primera, la atención y ese “amor propio” que nunca vimos, hicieron la diferencia para nosotros entre un 4 o un 5 de puntaje. La carta es reducida pero suficiente, nunca escuchamos sugerencias del él, muy impersonal, nunca percibimos la atención de un verdadero siciliano con amor a su producto. Comimos spaguetone al vongoli, extraordinario; bacalao en costra de pistaccio, excelente; y, un pesce grillado con ratatuille de legumbres, fabuloso. Pagamos €66 por lo que comimos más agua y un expreso; nada mal para la calidad de los alimentos y sus preparaciones. Sería bueno que cuando el responsable del negocio esté atento a otras cosas menos importantes que sus clientes, le pida al chef que haga presente.
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