Linda playa para relajarse, no hay gente a diferencia de Máncora. Es muy amplia, limpia, mar tibio y si gente.

La playa no tiene absolutamente nada que valga la pena visitarla, no hago caso a ningún tipo de sugerencia para venir

Mar limpio y tranquilo. En el mes de julio hace demasiado viento frío, prácticamente solo hay unas horas en la mañana para disfrutar la playa porque a partir de mediodía empiezan los vientos, los cuales se hacen muy fuertes en la tarde. Abundan los hoteles pero hay poquísimos restaurantes, los cuales no son la gran cosa, pero si cobran mucho más de lo que valen, la comida es estándar. Las calles son de tierra, le hacen falta asfaltar los accesos. Si no vas con movilidad propia es muy difícil salir de allí, pues solo hay mototaxis que cobran caro y el viaje no es agradable por la tierra, los baches, y el viento. Hay algunos minimarkets pero no hay farmacias cerca (para encontrar una hay que ir a Mancora o Los Organos.
El lugar es muy tranquilo como para días de descanso, tiene atardeceres de fotografía.