Hace años que circulamos por la zona y salvo tomar algo no habíamos pasado a más, la última vez, tras tomarnos unos vinos en la maravillosa terraza con vistas a la ría, comenzó tremenda lluvia y una vez dentro del pequeño restaurante (llevamos perrita pequeña) tras acabar la consumición y después del agradable trato recibido decidimos preguntar para comer y aunque estaba prácticamente lleno, enseguida localizaron una mesa para nosotros, el resto, una maravilla, la comida, la calidad, el servicio y la atención han sido de primera, la recomendación de la comida ha sido muy acertada.
Estupendo restaurante en Figueras, sin duda repetiremos.