Lugar que resulta pintoresco y con encanto, con maravillosas vistas a Ribadeo y Castropol.
El servicio es más que correcto, y la comida es genial.
No resulta caro en cuanto a calidad precio y la cantidad es media a otros establecimientos.
Lo único destacable es que solo abre de verano y que quizás deberían de poner más mesas en el exterior, porque es muy difícil algunos días encontrar sitio, recomiendo reservar.
En definitiva EXPERIENCIA ÚNICA para la vista, gusto y olfato.

Las vistas son excepcionales, tuve una grata comida, copiosa y sabrosa a base de pescados. Para a continuación visitar el arenal o "tesón" de la ría del Eo.
Una experiencia única

Lugar excelente, que solo abre de verano.
Tiene unas vistas excepcionales y buena cocina.
Por contra, es muy pequeño.
El personal es muy agradable.
Solo abren en verano, al ser la cofradía de pescadores el dueño del local.

Fuimos a comer y tras levantarse unos comensales solicitamos nos limpiasen la mesa en repetidas ocasiones, haciendo caso omiso, lo cual me parece inadmisible en esta situación del Covid-19. Posteriormente y tras más de 20 minutos esperando tuve que levantarme a la barra a pedir las bebidas, las cuales me sirvieron de mala manera y con desgana. Cuando preguntamos para comer algo nos dijeron que no iban a darnos de comer, pues habían colapsado con una mesa de apenas 15 comensales.
Mal trato y camareros maleducados, en concreto un chico latino. Cuando nos dirijiamos a él nos daba la espalda.
Tuvimos que levantarnos e irnos, sin posibilidad de comer en otro lugar pues habíamos perdido una hora y eran cerca de las 16:00 (cocinas cerradas).

Hemos vuelto 2 años después. La cena ha sido perfecta y el camarero un gran profesional. Enhorabuena.