Gran calidad. Platos innovadores. Servicio excelente.
Aunque es un poco caro, merece la pena visitarlo ocasionalmente.

El restaurante, situado en Ortiguera, tiene una vista increíble del faro. Mesas amplias y a distancia. La atención es excelente. Desde el aperitivo inicial en la cocina de repostería donde tomamos un vermut de sidra con un par de excelentes canapés charlando con Elio, después pasamos por la cocina de caliente para subir comedor. Elegimos el menú largo (10 platos) en lugar del corto (5 platos). Bodega amplia y de todos los gustos.
Me ha parecido una cocina honrada y sincera hecha por personas sencillas y con naturalidad, con varios detalles como el plato de quesos (muy variado y completo) y otros que nos han hecho sentir muy bien. Nos han encantado: los calamares de jubilado, el muil y la caballa, la coliflor, la sardina y todo en general...y como no...el pan con mantequilla.

Acabamos de celebrar la boda de nuestro hijo Chema con Marta y no tengo palabras para describir lo maravilloso de este dia. La comida excelente, el trato personal, que nos hicieron sentir como en casa. Gracias Elio, Salome y a todo el personal cuya atencion fue impecable, que hicisteis que no olvidemos en mucho tiempo este día. Mil gracias

Menú degustación. Una fantasía para el gusto. Completo, mantequilla, pan, cortezas de calamares, bogavante, ahumados, pescado, carne, postre... Muy bien atendidos. La profesionalidad de los que intentan y consiguen hacer de la cocina una arte.

Experiencia recomendable. Platos bien elaborados, meticulosamente presentados y exquisitos . Tuvieron el detalle de invitar a los entrantes y al plato de croquetas a nuestra hija de 10 años. Sin duda u detalle que marca las diferencias con cualquier propuesta gastronómica que se precie al mismo nivel. Detalles como su cocina y pequeños detalles marca la diferencia. Primero de muchas veces