Un lugar impensable. Llegar hasta el museo es una excursión pero una vez allí merece la pena dedicar horas a verlo.
Las muñecas que se pueden ver son increíbles. El trato de los dueños muy bueno y las instalaciones bastante cuidadas a pesar de no estar terminadas.
Muy recomendable.

Pensabamos que sería una exposición de muñecas, pero, descubrimos que estabamos ante auténticas obras de Arte; cada muñeca tenía su propia historia gracias al artista detrás de cada obra. Nos explicaron como se hacían las muñecas (y muñecos), todo un proceso que combina arte, escultura y mucha paciencia. Definitivamente merece la pena visitar y comprobar que existe un concepto muy diferente a como vemos las muñecas, altamente recomendable para gente curiosa y para los eternos “Peter Pan” y Principitos”.