:) > positivo: personal muy amable y buen desayuno. Buena conexion wifi y un jardin agradable
:(> negativo: la sorpresa es que si te toca la guardilla y mides 1.85 mejor que te lleves un casco. Otro aspecto a mejorar es el acceso al hotel (no es culpa de los propietarios) y sobretodo el parking ; es complicado aparcar en el parking del hotel (plazas pequeñas) y en los alrededores, dejandolo en la paret anexa del hotel corres el riesgo que alguien lo raye o le de un toque al coche.
Un hotel encantador, decorado al detalle y con mimo, desde el interior hasta su jardín.
En la parte exterior disponen de un comedor donde por tamaño y según la época será conveniente reservar, pero al que recomendamos ir alguna vez, su cocina es de gran nivel.
También disponen de bar con terraza donde poder disfrutar de muy buen ambiente.
En nuestro caso, la habitación era acogedora y muy limpia y el trato por parte de todo el personal fue de lujo, muy atentos a cada detalle y a que el huésped disfrute plenamente su estancia.
Volveríamos sin dudarlo
El trato recibido por los dueños Aitor y Agus fue exquisito. Quisimos cenar la primera noche en el restaurante pero no pudimos ya que en temporada baja trabajan solo bajo reserva para garantizar producto fresco así que reservamos para la segunda noche. Trabajan con una carta abierta por lo que nos permitieron solicitar prácticamente lo que quisimos para la cena. A la tarde nos tomamos unos cocteles en el chillout servidos por Santi, que nos estuvo explicando trucos para preparar las copas en casa. Pura magia. Las vistas desde la habitación son impresionantes. Un acierto. Hotel muy limpio y servicio increíble. Se merece más estrellas.
El hotel está en un lugar idílico, a pesar del acceso las vistas desde lo alto de Fisterra son increíbles, Agus me recomendó ver el amanecer desde el jardín y creo que es una de las mejores vistas de la zona. El trato desde el primer momento fue muy correcto y con un toque familiar que te hace sentir en casa. Dispone de restaurante aunque está vez no pudimos probarlo ya que teníamos reservado en otro lugar. El chill out es una maravilla. Trato cordial y unos cócteles estupendos preparados por su barman Santiago. El desayuno abundante y variado. Fue una muy grata experiencia. Volveremos!!!!
En pocas ocasiones hemos recibido un trato igual de amable, cercano, educado y profesional que el brindado por Santi. Desde el primer momento que pusimos un pie en el alojamiento su disposición fue del 100%.
Respecto al hotel, en nuestro caso la habitación era excelente, amplia, limpia y con unas vistas impresionantes del amanecer. Hotel pequeño pero con un encanto sin igual.
Al haber ido en el mes de diciembre, estaba todo decorado con cosas de Navidad, con un gusto increíble y muy acogedor.
Esperamos poder volver pronto!!
Manuel e Isabel de Madrid
